El IV Distrito de París (IVe arrondissement de Paris, en francés) es uno de los 20 distritos de París, Francia. Situado en la margen derecha del Sena, limita al oeste con el I Distrito; al norte con el III, al este con el XI y XII, y al sur con el Sena y el V.
El IV Distrito alberga el Ayuntamiento de París, de estilo renacentista. También contiene la renacentista Place des Vosges, el muy moderno Centro Pompidou y la animada zona sur del distrito medieval de Le Marais, actualmente conocido por ser el barrio gay de París (mientras que la parte norte, más tranquila, forma parte del III Distrito). La parte oriental de la Île de la Cité (incluida Notre-Dame de París), así como la Île Saint-Louis, también están comprendidas en el IV Distrito.
El barrio Saint-Paul. Del Hôtel de Ville a la Place des Vosges. El museo Carnavalet. Los barrios Quartier des Archives y Quartier du Temple. Le Marais se comunica de norte a sur por las estaciones de metro République, Temple, Arts et Métiers, Filles du Calvaire, Rambuteau, Saint-Sébastien-Froissart, Chemin Vert, Hôtel de Ville, Saint-Paul, Pont Marie, Bastille y Sully-Morland.
No se pierda: la Iglesia Saint-Germvais-Saint-Protais en la plaza Saint-Gervais, la Maison Européenne de la Photographie (Casa Europea de la Fotografía), en el 5-7 rue de Fourcy, la iglesia Saint-Paul-Saint-Louis en el 99 rue Saint-Antoine, el Memorial de la Shoah en el 17 rue Geoffroy-l'Asnier, el Hôtel de Sens en el 1 rue Figuier ... y también: el Hôtel de Sully, la Place des Vosges, las calles Rue Vieille-du-Temple y Rue des Rosiers, la Plaza del Mercado-Sainte-Catherine (Place du Marché-Sainte-Catherine), etcétera.
La riqueza patrimonial de París se encarna en este barrio, dotado por los reyes y los aristócratas del siglo XVI y XVII de una plaza real, hoteles notablemente particulares, calles dedicadas enteramente a la celebración de la arquitectura.
Le Marais es un conjunto de varios barrios históricos situados en una parte de los III y IV distritos de París, en la margen derecha del Sena, en el centro de la ciudad. Le Marais es él solo un pueblo dentro de la ciudad, con sus tradiciones, su comercio cercano y toda la magia de un ambiente amigable y acogedor lejos de los estereotipos de la imagen de una gran ciudad.
En las calles cercanas al Hôtel de Ville, la "movida" ha encontrado su remanso de paz entre las cafeterías y el ambiente familiarde la Place des Vosges.
Es uno de los lugares de manifestaciones culturales y deportivas de París. Encontramos lugares de culto, lugares animados por comercios, tiendas de todo tipo, restaurantes y «bistrots» (restaurantes tradicionales franceses).
A principios del siglo XVII, tras la construcción de la famosa Place des Vosges, Le Marais se convierte en el lugar de residencia de la nobleza parisina. Se construyeron numerosas edificaciones grandiosas y palacetes que aún se conservan en la actualidad.
En 1969, André Malraux (ministro de cultura desde 1959 hasta 1969 bajo la presidencia del General de Gaulle) lanza un programa de protección y preservación que todavía se sigue hoy en día. Actualmente, Le Marais se preserva gracias a los preciosos edificios, frecuentado y apreciado por las clases acomodadas. Además, se han abierto muchos museos.
Se han ido asentando varias comunidades a lo largo de los años: judíos al final del siglo XIX, chinos después de la Primera Guerra Mundial y homosexuales. Un melting-pot que hace toda la riqueza de ese barrio que se ha convertido, en pocos años, en uno de los barrios más buscados por los inversores, pues es uno de los mejores lugares para vivir.
En pleno corazón de París, la Île de la Citê es una islita que late al ritmo acelerado de los parisinos, mientras paseantes quedan extasiados ante Notre Dame y la Sainte-Chapelle, el conjunto del entorno arquitectónico transformado por Rambuteau y Haussmann. Fuese como fuese, es aquí donde surgieron los «fundadores» de la ciudad, los miembros de la tribu de la Galia de los Parisii, luego los obispos y su catedral, los soberanos y después sus administraciones, por no hablar del hospital más antiguo de la capital ni de los propios parisinos...
A solo unos cables de aquí, la Île Saint-Louis se ha podido conservar, afortunadamente, al margen del urbanismo radical del siglo XIX y todavía mantiene ese lado un poco aristocrático que se le concedió en el siglo XVII.
No se pierda: Notre Dame, la Sainte-Chapelle y la Conciergerie, la vista desde la plaza ajardinada Vert-Galant, el mercado de las flores (Marché aux Fleurs), la fachada del hotel de Chenizot en el 52 rue Saint-Louis-en-l'île y la decoración interior del hotel de Lauzun en el muelle 17 quai d'Anjou.